Dimos aquel sentido homenaje a los
besos y a las caricias mientras la puesta del sol dibujaba paisajes y caminos
en el mar, sonidos y olores, corazones reconstruidos que parecen como nuevos y
dejan temas para hablar, momentos que valen más que la vida entera, un poder
morir en paz adornado de pedazos de imágenes de ti conmigo y nuestras hazañas a
dúo.
No se para donde camino, pero voy
contigo y ya es suficiente compañía para ver el tiempo fabricar situaciones y
colores a nuestro favor, lo que no esté de nuestra parte no vale la pena y prefiero seguir aprovechando los momentos
para continuar diciéndote lo que eres, lo que soy y lo que por ti daría, ningún
horizonte es inalcanzable y no hay cielo que no pueda bajar.
La vida siempre se pronuncia y da la
razón o condena, algún día verán que el mar puede arrodillarse si tú te paras a
su orilla y las estrellas pueden apagarse si sonríes y las miras con esos ojos
con los que te premio dios, ocurre el milagro si entras al mar, el agua te
envuelve, el sol te adorna y los peces miran celosos, mi sonrisa al mirar la
escena es imposible que sea más plena.
Yo moriría solo para agradecer a
dios por ti.
AUTOR: Jorge Buendía
Teibaadecir.blogspot.com
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