Nadie se puede imaginar el sabor de tu tierra
Ni la majestad de la sonrisa que es la luna en tu cielo
Lo fresco de tus besos y caricias con tu brisa
Nos llenas de alegría con tu lluvia que nos moja la vida
Todo lo das, solamente pides amor a cambio
Amor pocas veces correspondido, igual sigues amando
Amando con el canto del viento, de las olas, de las aves y la risa de
un niño
Bautizas con la bendición de tu agua que nos baña de vida
El alimento de la fe que nos pides nos mantiene de pie
Las estrellas en el cielo son tu mirada enamorada
Tu noche arropa la placida dormida de los soñadores
Tu sol anuncia otro día de bendiciones para el que las quiera ver
Amo tanto tu presencia tan intangible pero tan sentida
Agradezco mucho tu ilimitada bondad y la oportunidad de disfrutarla
Me voy caminando aquel suspiro que salió de mí en honor a tu grandeza
Desconociendo si será un privilegio o no, pero valorando cada segundo
de ti para mí.
Autor: Jorge Buendía
Teibaadecir.blogspot.com
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